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"...era en el tiempo en que la Madre Luna y el Rey Sol se entregaban el uno al otro sin pudor allá en el horizonte del altiplano...desbordaban su amor y lo vertían como una cascada sobre todos los seres de la creación, llenando la faz de la Tierra del fuego de la hermandad, y de una bondad que no conocía límites...y fue de una de sus lujurias que surgió un niño de luna, y fue acogido por una bella chola que lo amó como si de su vientre hubiera brotado...y es desde entonces que el Sol dejó de ser rey para convertirse en un padre amoroso que vela desde allá en lo alto..."

                                                                        Alberto Jurada

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